jueves, 27 de diciembre de 2012

6 tips para elegir bien una Peluqueria

Esta fecha de fin de año, fiestas de despedida, vacaciones en camino, días extenuantes calor en los que solo una pileta cerca te da felicidad, lo mas importante (y diría que muy muy peleado con el atuendo que elijas para cada ocasión) es tener un peluquero de confianza.
Que tarea mas complicada!!!! y sobre todo si dejaste todo para ultimo momento!! Yo apelo (jajaja!) a preguntarle a mis amigas, el único problema es que no las tengo tan cerca, así que un simple corte de pelo se transforma en una odisea!!!



Yo, y seguramente la mayoría ha tenido algún "inconveniente" con algún "estilista". Mas de una vez el: cortame las puntas llega al oído de nuestros queridos peluqueros como un pedido imperioso de: Dejame como Twigi en su época de gloria. El: haceme unos claritos significa que querés quedar platinada como Susana Gimenez. Estas cosas no serían un mayor problema si por lo menos quedáramos como estas divas, el problema es que quedamos como algún paciente psiquiatrico (nuestra cara de decepción ayuda mucho).
Recuerdo 2 veces en la vida, sólo 2 veces, pero que me marcaron rotundamente. Una cuando tenia 5 o 6 años. Yo quería flequillo y una vecina muy gentilmente se ofreció como buena samaritana. El flequillo quedó tan torcido y tan corto que hoy pienso que a lo mejor tuvo un ataque de risa mientras me lo cortaba. No se cuanto tiempo esperé para que me creciera, pero encima en esos momentos pareciera que el pelo se enoja y sale mas lento.



De mas está decir que nunca mas tuve flequillo, no sea que me enganche de nuevo mi querida vecina...
Luego, pasaron muuuuchos años y a los 18 entré a que me cortaran las puntas y salí con un corte Bob mal hecho. Hoy día pienso que la "estilista" vendió mi cabello (en ese entonces no tenia ni idea de que se vendía para hacer pelucas!) o que hablaba en rumano y entendió otra cosa. Nunca mas me fui a cortar el pelo. Lo que lloré cada vez que me miraba al espejo!!! No sabía que peinado hacerme (yo tengo mucho pelo y mucho volumen, aunque no tengo rulo rulo).
Muchas deben pensar que la solución es NO pisar una peluquería nunca mas. Pero esta vez la opcion no es escapar. La mayoría de las veces estas cosas nos ocurren porque no prestamos atención, porque le pedimos milagros a vecinos con buena intención (pero con tijeras sin filo!!)

Por estas experiencias que tuve y por las miles de veces que escuché a amigas que pasaron por lo mismo. saqué un par de conclusiones que les comparto:

Máximas para entrar con confianza a una peluqueria

Ir acompañado: Tener apoyo moral frente a un cambio (aunque mas no sea un corte en las puntas) nos eleva la energía y cuando salimos lo hacemos renovados y con una cara de aprobación amiga. No ir solo ni de bajo animo, SALVO que se tenga total confianza con el estilista (amistad de toda la vida mas o menos).

Prestar atención: Si pedimos un corte de puntas dejar en claro que por mas que el pelo esté maltrecho lo máximo que permitis es X cm  de pelo cortado. Después de todo la que sufrirá (o no) seremos nosotras cuando salgamos de la peluquería.

Ser especifico: esto no es muy simple ya que la mayoría de las veces ni nosotras sabemos que queremos hacernos en el pelo. Yo soy muy de cambiar de look así que lo sufro bastante. Lo mejor es llevar una foto. Ver que la modelo tenga facciones mas o menos similares a las nuestras, sino siempre saldremos frustradas, porque obviamente el estilista no hace reconstrucciones faciales.

No ir a la mas barata ni a la mas cara: Lo importante es que uno se sienta cómoda de ir a tal lugar u otro. Lo mejor es ir a un lugar y pegar onda con el entorno, las personas que te atienden, el ambiente, es un momento de relax y de encuentro con amigos.

No estar apurado: No hay algo peor que apurar al peluquero porque tenes que llegar en media hora a la otra punta de la ciudad, o no decirle nada y que los nervios te quemen por dentro, le digas: hace calor no?? y te contesten: Sí. son los secadores. Es un buen momento para que oficien de psicólogo para vos o al revés (yo en gral soy de las que hago de psicóloga) o aunque mas no sea para enterarnos de lo que se viene o recomendaciones sobre productos o estilos que nos favorecerían.

Cuidar nuestro pelo entre corte y corte: puede ser en casa o en la pelu. esto nos mantendrá el corte y nuestro positivismo en cuanto a nuestra apariencia y actuará de barrera protectora para que en la próxima visita de tijeras no quieran podar tu cabellera (Salvo que sea Edward el que te encuentres en tu peluquería del barrio jaaja)





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